Acá y no en otra parte.

Afuera hace frío. Hace frío y sopla el viento; pienso que pronto va a llover. Es de noche, y se que la luna me está observando, pero yo no puedo observarla a ella pues las nubes, con unos celos infantiles, ocultan su rostro pálido e infinito. El ayer hormiguea en las puntas de mis dedos, tan reciente y tan lejano. Las memorias de una decadencia oscura se abrieron paso en mi cerebro.

Me sentía bien, y por un segundo no necesité nada mas. Disfruté ávidamente tu perfume, tu presencia. En el centro del universo, ocultos estuvimos bajo una frazada. El contorno de tu perfil, dibujado por  débil haz de luz que escapaba por la ventana.
Eras hermoso. Disfrute tanto el momento, y tu cercanía.
Que masoquista.
Lo malo, claro, viene después. Cuando te alejas y recuerdo que no me quieres. Y no lo dices, pero todos lo sabemos. De esa forma, bajo un cielo que captura la verdadera esencia de las almas, el corazón se achica y cae para adentro. Se desliza por un agujero que atraviesa el pecho, atado por un hilo que no puede ser cortado, y se queda así, colgando, y clavando puñales de recuerdo.

Bajo la lluvia, deseo sentir humo en mis pulmones; el mio o el tuyo. Bajo la luna-invisible- me gusta preguntarme cual será el sabor de tus labios, y si llegare a probarlos algún día. Si es que te reconoceré bajo el amparo del tiempo. Quiero creer que en algún lugar las rocas se alinean en torno a las miradas y las olas escriben juntos nuestros nombres. Las flores conjuran nuestro aroma, el sol bendice la cercanía, y el viento nos imprime en todas las paredes-

Las gotas golpean mi rostro y recuerdo que estoy aquí y no en otra parte. Recuerdo que los ojos gustan llorar cuando pueden mezclarse con la lluvia.
Que masoquista, gritan, detrás de un velo, las estrellas. Ella llora por eso que no esta escrito, añora aquello que solo ha soñado.
Suspiro y caliento el aire alrededor. Seria tan bonito que pensaras en mi. Que me eligieras a mi, porque yo te elijo a vos todo el tiempo.

Afuera hace frío y esta lloviendo.
Quise jugar a que no te extraño.
Voy perdiendo.