flores de pecho
que en la noche florece el pecho
y los miedos indiscutibles
y las horas acongojadas
con sus versos
invisibles.
cuero frío el de tu cuerpo
y el de las bocas;
voz castaña,
agonizante.
es fácil no tener tiempo
ni temblor
ni sentimiento;
es fácil estar vacío.
difícil es,
al florecer el pecho,
abrir los ojos;
difícil no despedirse,
y más despedirse
sin saberlo:
que tu beso
o tu abrazo
o tu gesto fue tan sincero
y descuidado.
perro maldito,
gritá.
decime
algo,
que yo también estoy maldita,
y te quiero.
y los miedos indiscutibles
y las horas acongojadas
con sus versos
invisibles.
cuero frío el de tu cuerpo
y el de las bocas;
voz castaña,
agonizante.
es fácil no tener tiempo
ni temblor
ni sentimiento;
es fácil estar vacío.
difícil es,
al florecer el pecho,
abrir los ojos;
difícil no despedirse,
y más despedirse
sin saberlo:
que tu beso
o tu abrazo
o tu gesto fue tan sincero
y descuidado.
perro maldito,
gritá.
decime
algo,
que yo también estoy maldita,
y te quiero.
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